El 23 de agosto a las 8:00 a. m. me reuní con un equipo de voluntarios en Daley Plaza en lo que se convertirá en uno de los días más calurosos del verano. Junto con un equipo de unas 10 personas de todo Chicago dedicamos unas horas de nuestro tiempo para instalar una acción Inside Out muy importante llamada "Rusia secuestra a niños ucranianos como yo". Esta acción tenía como objetivo llamar la atención sobre los miles de niños ucranianos que habían sido secuestrados por Rusia desde el comienzo de su invasión en Ucrania.
Las cifras inquietantes
Según el Laboratorio de Investigación Humanitaria de la Universidad de Yale, se habían denunciado 6.000 secuestros de niños ucranianos hasta febrero de 2023. La cifra oficial del gobierno ucraniano hoy asciende a la asombrosa cifra de 19.500, pero estas apenas comienzan a revelar la magnitud de esta crisis. En una sorprendente admisión, Rusia reveló recientemente su participación en el secuestro de 700,000 niños en tan solo 18 meses (Ver artículo completo aquí). La transferencia forzada de niños de un grupo étnico a otro se considera genocidio, según el Artículo 2 de la Convención sobre el Genocidio. En relación con estos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, la Corte Penal Internacional ha emitido órdenes de arresto contra el presidente ruso Vladimir Putin y Maria Lvova-Belova, Comisionada de Derechos de los Niños de Rusia.
El destino de estos niños a menudo es desconocido, algunos son adoptados a la fuerza por familias rusas, sin la posibilidad de contactar a sus padres. Se les despoja de sus documentos e identidad, y se les da nuevos nombres. Se les enseña a temer y odiar su tierra natal, y algunos son obligados a unirse a la guerra del ejército ruso contra Ucrania. Es la peor pesadilla de un padre que su hijo sea arrebatado de ellos. Desafortunadamente, los ucranianos han vivido con la realidad de estos crímenes inimaginables desde febrero de 2022.
Mila, la líder del grupo de Acción, sostiene un póster antes de pegarlo.
Un mensaje a través del arte
En la acción grupal "Rusia Secuestra Niños Ucranianos Como Yo", busqué resaltar la inocencia y la belleza de los niños ucranianos que viven en Chicago. Se les pidió a los visitantes que pensaran en los niños que veían en las fotos e imaginaran que estos niños estaban siendo arrebatados por la fuerza de sus padres por ocupantes rusos, sin rendición de cuentas y con pocas esperanzas de regresar a casa. Nuestra misión era clara: crear conciencia sobre estos horribles crímenes, tratar de movilizar a organizaciones internacionales para facilitar el regreso de estos niños inocentes a sus familias y prevenir futuros secuestros. Se instó a los asistentes a tomar una foto de sí mismos o de la instalación y compartirla en las redes sociales con el hashtag #RusiaSecuestraNiñosUcranianosComoYo, amplificando así el mensaje.
Inspiración del arte de JR
La inspiración detrás de "Rusia Secuestra Niños Ucranianos Como Yo" provino del impactante trabajo de JR en todo el mundo. He estado siguiendo sus proyectos durante años, después de descubrirlo en Instagram a través de una de sus instalaciones. La idea de la acción grupal "Rusia Secuestra Niños Ucranianos Como Yo" surgió después de ver a JR hacer una instalación a gran escala de Valeria, una pequeña refugiada ucraniana de 5 años que viajó por diferentes países de Europa.
Voluntarios pegando retratos de niños ucranianos.
Unidad en acción
Ningun gran logro se puede realizar actuando solo. "Rusia Secuestra Niños Ucranianos Como Yo" no fue una excepción. Un grupo devoto de voluntarios, amigos de la comunidad ucraniana, desempeñó roles fundamentales en la realización de este proyecto. Ayudaron de diferentes maneras, desde traer a sus hijos para una sesión de fotos en mi casa desde largas distancias, bajo lluvia o sol, venciendo el tráfico pesado; hasta ayudar a pegar los retratos bajo el calor abrasador. La participacion del Comité del Congreso Ucraniano de América, División de Illinois, fortaleció aún más el proyecto. Su apoyo, incluido el financiamiento de la ubicación y una plataforma para abordar el proyecto en el Día de la Independencia de Ucrania, fue fundamental para que este proyecto fuera poderoso.
Emociones y Reflexiones
A lo largo de nuestra experiencia trabajando en este proyecto, los participantes y yo lidiamos con un remolino de emociones, desde la alegría hasta una profunda tristeza. Mientras investigaba el tema de los secuestros, tuve que adentrarme en las estadísticas y los detalles de lo que estaba ocurriendo. Fue doloros evidenciar que más de 700,000 niños han sido secuestrados de Ucrania a Rusia hasta ahora, y de hecho es un esfuerzo sistemático. Ya sea que los niños sean colocados en campos de filtración o adoptados por nuevas familias (a pesar de tener familias en su tierra natal), nunca se les da la oportunidad de regresar a casa. Todos seguimos pensando en estos niños y el horror que deben haber vivido, siendo los más inocentes y los más indefensos afectados por esta guerra. Escuché de varios participantes que algunos de ellos conocían a niños que fueron llevados. Otros compartieron que algunos niños están siendo traficados en Rusia y vendidos por sus órganos. Esta información no es más que desgarradora.
Voluntarios pegando retratos de niños ucranianos.
Impacto en la comunidad
Nuestra acción grupal tuvo un profundo impacto en la comunidad ucraniana y estadounidense. Sirvió como un desahogo terapéutico para los ucranianos, brindando consuelo en el conocimiento de que incluso ante desafíos aparentemente insuperables, las personas pueden marcar la diferencia, por pequeña que sea. Esperábamos que las personas que pasaran por la instalación se detuvieran a mirar las fotos e intentaran aprender más sobre el problema, y eso es exactamente lo que sucedió. Por otro lado, entendimos que la mayoría de las personas no estaban al tanto de los secuestros, ya que no se mediatizan en los Estados Unidos.
Desafíos y lecciones
Enfrentamos algunos desafíos con este proyecto, desde encontrar la ubicación adecuada, conseguir el pegamento adecuado para la instalacion, financiar el proyecto, encontrar padres dispuestos a venir durante un período de 2 días para que sus hijos fueran fotografiados, hasta que los medios de comunicación que me entrevisto sobre este proyecto omitiera por completo la cobertura. Al final, estos desafíos apenas pueden considerarse desafíos en comparación con lo que el pueblo ucraniano está experimentando todos los días.
Mila entrevistando a los participantes acerca de la Acción.
Nuestro proyecto subrayó una lección vital: incluso cuando los problemas parecen grandes e insolubles, aún puedes hacer algo, incluso si es el paso más pequeño.
El arte de JR sirvió como recordatorio de que todo el mundo posee el poder de darle luz a cuestiones importantes, incluso aquellas que parecen irresolubles.
"Rusia secuestra a niños ucranianos como yo" Es un testimonio de la resiliencia, la unidad y la determinación de la comunidad ucraniana que se niega a permanecer en silencio ante la injusticia. Este proyecto revela que la acción colectiva impulsada por la compasión y el compromiso puede ayudar a lograr cambios incluso en los problemas mundiales más importantes.